Y aprendí, que quien no te busca, no te extraña.

Y quien no te extraña, no te quiere…

Que el destino decide quien entra en tu vida

Pero tú decides quien se queda.

Que la verdad duele una sola vez, pero la mentira duele SIEMPRE.Por eso valora a quien te valora y no trates como prioridad a quien te trata como opción.

Sí, están muy bien estas palabras. Pero que pasa a la hora de la practica? Las olvidamos por completo. Quieres y punto. Que más da que duela. Las cosas no cambian de un día para otro. No eliges a quien querer. Sabemos cual es nuestra realidad, pero decidimos seguir engañandonos. Seguir creyendo palabras. Seguimos prometiendo, sabiendo que estas promesas no llegaran a ninguna parte. Seguimos hablando más de la cuenta, sin darnos cuenta que estas palabras duelen. 

Enfadarse con uno mismo, no es la elección. Pero realmente la culpa la tenemos nosotros, de seguir chocando cada día con la realidad, y seguir arriesgandonos, haciendonos más heridas de las que tenemos ya.