Cuando algo acaba, cuesta reaccionar, cuesta saber que has perdido y que una parte de ti ya se ha desprendido. Por eso algunas heridas suelen ser duraderas, hasta que llega una persona que con una cura especial llamada Amor, la sana. Asi que la vida funciona así, un clavo saca a otro. Pero lo mas importante es que nada se olvida y el daño siempre sigue estando presente. Las personas siempre acaban volviendo, pero mientras tanto, no tenemos otra opción, que recordar. Vivir de los pequeños instantes compartidos, vivir con ellos, y jamás destruirlos.


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